Cada día me obligo
a sonreir
a leer
a vivir
¿Por qué, para qué estar en este mundo si no haces lo que deseas?
Me obligo a escribir lo que siento: miedo,seguida de una eufória descontrolable, tristeza, insuficiencia respiratoria y.... Ahí no acaba la cosa, sufro y tengo tanto miedo que gritaría hasta dejaros a todos sordos. Mis lágrimas se volverían diamantes y mi sufrimiento se convertiría en fortaleza.
No me considero: guapa, ni lista, NI SIQUIERA PERSONA.
Pero me gustaría que ese bote de pastillas me hubiese mandado con Dios o a la nada más profunda.
Arráncame la ropa que ya no la necesitaré, vende mis joyas y abalorios. Quédate con esa camisa, y recuerda a mamá.
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