Sigo intentando vivir en este pequeño infierno, en este mundo de mentiras y sorpresas desagradables.
Déborah repasaba su resumen para el examen de catalán mientras su mente volaba hacia el viernes por la tarde el día que tenía libre para leer aquel libro tan intrigante que había cogido en la biblioteca hace unos días.
Mientras preparaba su mochila recordaba las palabras tan bonitas que le decía el protagonista a la chica que tanto amaba. Al contrario de la mayoría de enamorados, el protagonista no le decía las cosas ni claras ni difíciles simplemente le decía lo que le salía por la boca sin ser romántico pero sin ser demasiado directo. Se pasaba horas pensando en qué le diría cuando se vieran y al llegar ese momento se le olvidaban todos los pasos que había elaborado y sólo le quedaba la cruda realidad.
No te conozco lo suficiente pero creo que me gustas.
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